viernes, 2 de noviembre de 2012

Y lo que aprendemos cuando somos honestos




"Toda nueva idea comienza como herejía"
- Thomas Huxley


Es lindo pensar que el amor puede ser libre. Libre para asentarse y estar tranquilo (cosa aceptada) pero libre también para divagar.  Es lindo pensar que en el mundo hay espacio para todas las formas de amor.  Sin embargo hay lo que hay y somos como somos, y una de las cosas que aprendemos cuando somos brutalmente honestos es que no a todo el mundo le va a gustar lo que tienes para decir. 


Aprendemos que en este mundo te vuelves sospechoso cuando estás haciendo algo que te hace feliz.  Que cuando lo eres, lo primero que te auguran es el desastre que se avecina. Que no hay nada más duro que querer hacer algo nuevo. Que los parámetros morales tienden más a endurecerse que a aflojarse. Que la religión todavía pesa mucho. Que el concepto de matrimonio es más importante que el de felicidad. Que la fidelidad es más importante que la lealtad. Que la honestidad se asume como una carga. Que la libertad es un descaro y una desconsideración con los demás. Que la gente prefiere que le digan mentiras que hacer el esfuerzo de amoldarse a algo nuevo. Que el rol social de una persona es más importante que la persona misma. Que uno es un mal ejemplo. Que es muy fácil volverse un paria. Que la liberalidad es una farsa, y que todos somos mucho más godos de lo que somos capaces de aceptarnos a nosotros mismos. 

Aprendemos que es más fácil aceptar a alguien que dice mentiras que a alguien que dice la verdad. Que cuando eres valiente y vas de frente la gente se ofende, pero si eres  doble, la gente te perdona.   Que no hay nada que nos perturbe más que la alteración  del status quo. Que tus convicciones no te hacen fuerte, sino intransigente en el mejor de los casos y un pobre loco en el peor. Que ser vehemente te hace parecer insensible. Que uno puede ser fuerte pero sólo hasta cierto punto y que después de ese punto, el rechazo puede ser muy doloroso. 

Y sin embargo... ese es nuestro oficio de vivir, como dijo Gonzalo Arango: Ser. Ser todo lo que podemos ser. Ser todo cuanto queramos ser. Es difícil a veces... ¿qué digo? es difícil casi siempre.  Pero  yo quiero ver un mundo en el que haya espacio  para tod@s. Un mundo donde hacer lo que uno quire no sea pecado. Un mundo donde querer saber, querer ser y querer querer no sea mal visto. 

Pero bueno... ya lo dijo Thomas Huxley, toda nueva idea comienza como herejía y termina como ortodoxia. Así que mientras el amor libre se vuelve ortodoxia (jajaja) herejía será... y lo único que podemos hacer al respecto  ¡es andar!


"Tenemos que rechazar todo lo que nos limite. Esta es la causa de todas estas prácticas a alta y baja velocidad, de estas acrobacias..."  - Richard Bach. Juan Salvador Gaviota



Trascendencia 

Nuestro oficio de vivir es ser
Besar el infinito
Trascender
Hacer el verso al universo
Ser flor de luz
Arder

Gonzalo Arango



Ilustraciones: Nicoletta Ceccoli





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