viernes, 7 de diciembre de 2012

Violencia doméstica. La verdad en cifras


Mito: La violencia doméstica no afecta a mucha gente
Hecho: Una mujer es violentada cada 9 segundos. 
La AMA (Asociación Médica Americana) y el FBI estiman que entre 3 y 4 millones de mujeres son golpeadas cada año en los Estados Unidos.  La violencia doméstica es la causa número uno de lesiones en las mujeres. El FBI estima que algún tipo de violencia ocurrirá en 2 de cada 3 matrimonios. 

Mito: Las mujeres golpeadas exageran. No es tan grave
Hecho: Informes de la AMA indican que cada cinco años, el número de mujeres asesinadas por sus compañeros iguala al número total de hombres y mujeres muertos en la guerra de Vietnam (54,000). Más del 75% de las mujeres asesinadas en el estado de Iowa murieron a manos de sus parejas. 

Mito: La violencia doméstica sólo ocurre entre la gente pobre
Hecho: Mujeres de todas las culturas, razas, ocupaciones, nivel de ingresos y edades son golpeadas por sus esposos, novios, amantes y compañeros sentimentales. En Estados Unidos, la tasa de violencia doméstica es igual entre mujeres blancas, negras o hispanas. 
Aproximadamente 1/3 de los hombres que atendieron a consultas por violencia doméstica en Emerge (un programa de tratamiento para hombres que golpean a sus compañeras en Estados Unidos) son profesionales altamente respetados en sus trabajos y sus comunidades. Estos indicadores incluyen doctores, psicólogos, abogados, ministros y ejecutivos. 

Mito: Si las mujeres maltratadas quisieran abandonar a sus parejas, lo harían. 
Hecho: Muchas mujeres, más del 50%,  abandonan a sus parejas violentas. Dejar a la pareja puede ser el momento más peligroso en una relación de abuso, ya que las mujeres son 70 veces más propensas a ser asesinadas por sus compañeros en las dos semanas siguientes al abandono que en cualquier otro momento de la relación.  Las mujeres que permanecen en este tipo de relaciones, generalmente lo hacen por asuntos sociales, económicos, culturales, religiosos o legales. Muchas mujeres desean que termine el abuso, más no la relación, y suelen dar muchos pasos para tratar de impedir el abuso. Abandonar el hogar, sin embargo, es por lo general  su última alternativa. 

Mito: Los hombres son igual de violentos a las mujeres
Hecho: 95% de la violencia doméstica es reportada por mujeres que han sido atacadas por sus compañeros. Cuando los hombres son víctimas de abuso, es generalmente a manos de un compañero hombre. El maltrato físico ocurre en relaciones homosexuales en la misma proporción que en relaciones heterosexuales (35%).
80% de los crímenes violentos cometidos fuera del hogar, son cometidos por hombres. 

Mito: el maltrato doméstico es producto de una pérdida de control temporal. 
Hecho: El maltrato es la forma de establecer el control e infundir miedo en una relación a través de la violencia y otras formas de abuso. La violencia física puede no ser frecuente, pero aún así permanecer siempre latente, como un factor constante de intimidación. Más del 80% de los hombres que maltratan a sus parejas, jamás dan muestras de agresividad hacia otros adultos a lo largo de sus vidas, limitándose únicamente a atacar a sus parejas íntimas. Si la violencia doméstica fuera producto de una enfermedad mental o desorden comportamental, sus perpetradores atacarían también a otros. 
Un incidente de violencia doméstica, es rara vez un incidente aislado, y por lo general aumenta exponencialmente en frecuencia e intensidad. El ataque personal es un crimen, sea cometido dentro o fuera de la familia. 

Mito: La violencia doméstica es ocasionada por el abuso de las drogas y el alcohol. 
Hecho: Los estudios varían ampliamente (25-80%) en cuanto a si el abuso de sustancias y la violencia doméstica ocurren de manera simultánea, aunque naturalmente, un individuo que ha consumido drogas o alcohol puede causar heridas más serias. Es importante anotar que aunque el alcohol y las drogas no son la causa de la violencia doméstica, sí la pueden agravar. No obstante, ya que muchos responsables de violencia doméstica no consumen ningún tipo de sustancias, estos asuntos deben ser tratados de forma separada. 

Mito: Los maltratadores no pueden cambiar
Hecho: Estudios han indicado que el tener que enfrentar consecuencias más graves por el abuso, sí afecta la decisión de continuar con la violencia física. El sistema de justicia puede hacer a los perpetradores responsables de sus acciones, sentenciarlos a prisión y ordenarles un acompañamiento terapéutico. Estas personas pueden aprender a ser responsables de su comportamiento, a resolver los conflictos en forma no violenta y a comunicarse. No obstante, la efectividad de estos programas dependerán siempre de la voluntad de cambio del sujeto en cuestión. 



Tomado de una publicación de Women are not property. Sex is not a contract




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