miércoles, 2 de enero de 2013

Más allá de la orientación sexual



Llega entonces el momento en el que la familia y los amigos (es decir, aquellos a los que no les has contado ya en un acto cuasi-protocolario) terminan por enterarse de lo que pasa en tu vida, acaso por mera intuición, acaso porque tú ya te descaras un poco... o acaso porque tienes una tía que lo dice en frente de todos...en la sala.. en Navidad. 

Entonces empieza una observación atenta de la actitud que adopta cada uno de tus conocidos ante el hecho de que -digámoslo sin más- además de tu marido, andas con una chica y otro chico.  Caras de desconcierto... sí. Silencios incómodos... sí.  Miedo a invitarte a eventos familiares porque saben que estás loca y en cualquier momento apareces con alguno de los personajes "no oficiales"... sí.  Ojos que se miran entre sí, preguntas omitidas por físico terror a las respuestas y claro... prolífica hiper-comunicación  de la situación a terceros.. y cuartos y quintos (o chisme.. que llaman).  Y a pesar de todo, y esto lo digo en favor de la raza humana, te das cuenta que no es tan grave como pensabas. Que al parecer, la gente a todo se acostumbra y si no se acostumbra, al menos hace su mejor esfuerzo por tolerar.... o en últimas por disimular. Y no sólo en casa.. sino en los sitios públicos.. un par de miradas curiosas ocasionales pero ya estuvo. Nadie dice nada ni te mira mal. "Hemos crecido" pienso. Pero bueno.. son desconocidos.. es normal que guarden distancia. 

Otra cosa que pasa cuando uno cuenta este tipo de cosas es que parece que se volvieran ... "de verdad" ¿me explico? dejan de ser cosas "que simplemente pasan" y empiezan a ser... " cosas que son"; y así, comienzan el tortuoso camino hacia el mundo del  orden y la clasificación: "¿Cómo así? Entonces... ¿son amantes?"  "Entonces ¿es ahí todos con todos?" "Entonces tienen una "relación abierta"?" "Entonces... ¿ahora eres como lesbiana o algo?"  "Entonces ¡eres una puta, pues!" Y toca empezar a pensar...

El otro día estaba entregando unos papeles para unos proyectos que quería realizar con la Alcaldía, y me pidieron llenar  un formulario que al final decía algo así como

Sexo
Femenino               Masculino                Transgenero

Orientación Sexual
Heterosexual         Bisexual                    Homosexual                Intersexual

Y por primera vez me pregunté seriamente qué diablos quería decir todo esto. Pensé que tal vez heterosexual había dejado de ser una palabra suficiente para mi.. como en su momento lo dejó de ser católica, a pesar de lo mucho que aún guardo de ello.  Pensé si alguna de estas palabras realmente definía lo que yo SOY. Pensé también que por qué tiene uno que estar todo el tiempo definiéndose, y en fin, enmarcándose en unos conceptos que la mayor parte de las veces suelen ser muy estrechos. Pensé si habrá gente que se sienta por completo identificada con las categorías.. como esa a la que le preguntan "¿tú qué eres?" y contesta ... "ingeniero" por decir algo... Y luego pensé cómo es posible que tengamos una idea clara de nuestra sexualidad si lo único que hace la sociedad es tratar de taparla y negarla y esconderla desde que somos niños.... antes es que uno la encuentra!!! Pensé  sobre el verdadero significado del matrimonio, y sobre el amor... y me pregunté por qué no habría una casilla que dijera "orientación sexual: libre".. y luego me pregunté por qué carajos tenía que haber casillas.

Pensé todas estas cosas mientras miraba las casillas del formulario y desde entonces pensé otras tantas.
Pienso todo el día y a toda hora; Por eso mi esposo me dice "cabeza". También me dice amore, pequeña.  Ella en cambio me dice pez.  Me dice linda, mía... Él, cuando está de humor, me dice princesa..  amor mío.  Y ¿qué tiene esto que ver con el resto?  pues bueno... tiene que ver porque habla de lo que importa... habla de la humanidad. Habla de la vastedad del afecto, de la exploración constante de nuestras honduras, de un mundo emocional universal. Habla de nuestra capacidad de vincularnos profunda e íntimamente con los otros más allá de las categorías de sexo, orientación sexual o estado civil. Habla del sexo como consecuencia y no como fin. Habla de la condición metafísica que aviva el encuentro con el otro. Habla de lo que es más honesto y puro y verdadero en el interior de cada ser humano: el deseo del otro... la empatía... en suma, EL AMOR. 


Es eso lo que espero pueda rescatarse de cada relación humana. Es allá donde debemos poner la mirada antes de emitir el juicio. Es allá hacia donde espero que miren cuando me ven :)





"Las razones magnéticas son las verdaderas, y permaneces secretas y a veces incluso ignoradas por aquellos mismos a los que encadenan: pues los seres que aman no pueden dar de su amor motivos precisos..."

Metafísica del Sexo - Julius Evola

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