miércoles, 10 de abril de 2013

Convirtiéndome en Moon Mother



Si han pasado suficiente tiempo aquí en el blog, leyendo las cositas que comparto, sabrán más o menos de qué va la cosa. Es, evidentemente, un espacio informativo para compartir con mujeres y hombres las cosas que he ido aprendiendo en el camino, especialmente en lo tocante a salud femenina, patriarcado, parto respetado, etc... Claro. Pero también es un espacio sanador. Una vitrina a mi mundo interior. Un diario de mis procesos. Un caldero. Aquí muto y transmuto, a la vista de todos los que quieran verme. 

Pues bien, hablando de transmutaciones y caminos y sanaciones, quería hace ya unos días compartirles sobre mis experiencias del fin de semana pasado, durante el cual me convertí en Moon Mother. Para saber qué es una Moon Mother debo hablar primero de Miranda Gray. Para quienes no la conocen, Miranda Gray es la autora del libro Luna Roja, en el que se exploran las cuatro fases del ciclo femenino con todas sus peculiaridades a nivel creativo, sexual, psicológico y emocional. Es un libro maravilloso que debería estar en la biblioteca de cualquier mujer, que en lo personal me trajo muchísimos beneficios, y que en mi trabajo de investigación ha sido esencial para mi trabajo con el ciclo lunar y la conciencia de lo femenino. Habiendo dicho eso ¿qué es una Moon Mother?

En sus propias palabras:  "Ser una Moon Mother es un servicio y una expresión de devoción a la Diosa y lo Divino Femenino. Como Moon Mothers podemos ser (...) compañeras en el viaje de vida de otras mujeres."

Moon Mothers es como Miranda ha llamado a las mujeres iniciadas en la Sanación del útero y la Bendición del útero, una "combinación de los aspectos de la activación energética de la Meditación del Árbol del Útero, con técnicas de canalización de energía" que permiten a la mujer sanar, reconciliarse con lo femenino, entrar en contacto con lo Divino Femenino, elevar su nivel de energía y despertar a nuevas realidades.  Una Moon Mother es una sacerdotisa, una sanadora, una guía y una hermana que acompaña a las demás mujeres en la celebración de su cuerpo y de su naturaleza sagrada.   

... Leo esto que acabo de escribir y pienso ... "Soy un Moon Mother" y entonces otra vez el ojo se me llena de lágrimas, como al momento de la iniciación, y pienso en todo lo que está por venir. Pienso en las mujeres todas, en sus cuerpos y en sus úteros y sus vulvas, mutiladas física y mentalmente, vapuleadas, disminuidas, violentadas. Pienso en el gozo que nos fue arrebatado. En la pelea con el cuerpo, en la tristeza de la menstruación y la ignorancia sobre sus dones. Pienso en la rabia y la frustración y en el deseo de tantas de haber nacido hombre. En los abortos y en los partos abusivos, en los anticonceptivos y en las toallas higiénicas, y en toda la basura que la publicidad nos vende para ver si así podemos sentirnos "menos mal" de ser mujeres y arrastrar con un poco de dignidad nuestro cuerpo incompleto e impuro por el mundo. Y mientras siento tanto dolor veo a Miranda y a las veintitantas mujeres que se iniciaron conmigo y veo a las diosas-madre que acompañaron esta bendición, y siento el amor de todas las mujeres en la piel. Siento como al momento de recibir por primera vez la Bendición del Útero tuve la certeza de que estaba sanando a mi madre, y a mi abuela y a todas las mujeres hacia atrás en la línea del tiempo. Veo asimismo, a todas a las que ahora también yo, estaré en la capacidad de sanar.  Siento el abrazo de la Pacha, veo el manto estrellado de María, me dejo envolver por el aroma de los cabellos de la Magdalena. Me acompañan madres y diosas de tierras lejanas, me acompañan con lechuzas, con serpientes y con arañas. Me acompañan con maracas nocturnas y rocío de las madrugadas. Me dejan ver el color de su pelo, sentir la tela de sus vestidos... es una danza.  Y como flores se derraman bendiciones sobre mi cabeza. Como aceites perfumados escurren benditos por mi piel. Y sonrío con una lágrima saltarina esperando en el borde del ojo y repito en mi cabeza "Soy una Moon Mother". Y doy gracias. Doy gracias. 



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