miércoles, 30 de enero de 2013

Menstruaciones dolorosas o sangrado abundante

La sangre lunar o menstruación es mucho más que un evento puntual.  Es el final de un ciclo permanente; un proceso de fertilidad y salud orquestado por un delicado balance hormonal que depende y repercute no sólo en nuestro bienestar físico, sino también en nuestro bienestar emocional.  Por esta razón, es fundamental que cualquier alteración en el ciclo sea contemplada como síntoma de un desequilibrio global y por ende sea revisada en profundidad.

Por eso, antes de proceder a tratar un desajuste menstrual pregúntate siempre: ¿qué me está queriendo decir mi cuerpo?

Por favor ten en cuenta que toda la información aquí dispuesta es fruto de mi experiencia personal con el uso de hierbas y de la investigación de diferentes fuentes, más no de una capacitación formal.  También recuerda que las hierbas son medicina y que no por ser plantas son inofensivas. Tómalas con precaución, tómalas con seriedad, y busca toda la asesoría que necesites. 



La menstruación dolorosa -o dismenorrea como le dicen los médicos- es uno de los problemas ginecológicos más comunes entre las mujeres. Además de los cólicos menstruales, este síndrome puede presentarse con náuseas, vómito, diarrea, mareo e incluso desmayos. 

Una cosa mujeres: ¡los cólicos NO SON NORMALES! No se supone que una vez al mes sintamos que nos vamos a morir. La menstruación es un evento natural que hace parte de nuestro cuerpo, de nuestro ciclo y de nuestra psique, y como tal, debería presentarse sin dolor, sin molestias, sin anomalías. Es triste cómo la "enfermedad de la menstruación" se ha normalizado al punto de que las mujeres hoy en día son incapaces de concebir una luna sin dolor y hacen lo que sea para evitarla desde atiborrarse de calmantes hasta inyectarse anticonceptivos que eliminan el sangrado hasta por seis meses.  Así que vamos entendiéndonos: Una menstruación sin dolor ES posible. 

Bien.. ¿por qué duele la menstruación? 

Dejando de un lado la parte psicológica y emociona afectada por cientos y miles de años de patriarcado,  y enfocándonos únicamente en la parte física, podríamos decir que la menstruación duele porque porque ignoramos los cuidados que nuestro cuerpo, y especialmente nuestra matriz, necesitan en estos días. 

Muchas medicinas ancestrales coinciden en afirmar que la enfermedad se presenta cuando la temperatura del cuerpo es alterada. En el cuerpo femenino, una de las cosas que más varía dependiendo el momento del ciclo menstrual es la temperatura, tanto así que muchas mujeres utilizan este indicador como método anticonceptivo o para planificar un embarazo. Ahora bien, he incluido las menstruaciones abundantes en este apartado, porque los cuidados que voy a referir aquí nos ayudan también a regular el periodo, a llevarlo a una duración adecuada y a eliminar todas las posibles incomodidades. 

Durante la fase pre-ovulatoria, el cuerpo tiene una temperatura de aproximadamente 37ºC -que en algunas mujeres puede ser menor. Esta temperatura sube durante la ovulación más o menos 0.5ºC para preparar la matriz para la gestación y mantiene el cuerpo ligeramente más cálido hasta el momento en que se éste se prepara para dar paso a la menstruación. El útero se abre para soltar todo el tejido endometrial y al óvulo no fecundado y con ello pierde también la temperatura que se había elevado para acoger y propiciar el desarrollo de una nueva vida. 

En ese momento el cuerpo es -como en ningún  otro- vulnerable al frío. Frío que puede entrar por el suelo (al caminar descalzas) a través del agua (cuando nos bañamos en la ducha, nos mojamos la cabeza, los pies, etc) a través del aire (corrientes de viento especialmente en la espalda, vientre y cabeza), o a través de la alimentación, tema que trataremos a continuación más extensamente. En cuanto a la temperatura queda entonces decir que lo más recomendable es por tanto abstenerse de bañarse durante los 3 primeros días de la luna, o los dos más fuertes, y hacerse únicamente un baño con paños tibios en donde sea necesario (o baño de gato que llaman por mis tierras). Especialmente contraindicado lavarse el pelo y más aún salir a la calle con el pelo mojado. 

Sobre el tema de la alimentación y el ejercicio durante la menstruación se hablado mucho y en lo que a mí respecta, he encontrado poco consenso. Que si frutas sí, que si no, que si salir a trotar, que si no...  Hay mil opiniones y enfoques distintos. Yo me remitiré a dar el mío (que no es mío, obviamente, sino de la medicina tradicional de nuestros pueblos y otras influencias recogidas en el camino) pero que yo he probado y comprobado en más de una mujer y naturalmente en mí misma. 

EJERCICIO: 
La etapa menstrual es una etapa de descanso. La energía deja de fluir hacia afuera y nos volvemos más introspectivas. Estamos somnolientas, bajas en hierro, y no nos favorece la actividad física extenuante.  Ejercicios de respiración, algunas posturas de yoga suaves y movimientos circulares con la pelvis para calentar el útero son más que suficientes. Nada de ejercicio cardiovascular intenso y en lo posible nada que implique salir de casa. 

ALIMENTACIÓN: 

La alimentación debe ser frugal e incluir ante todo cereales integrales como trigo y arroz. A continuación una lista de aquellas cosas que debemos evitar: 

* Alimentos que enfrían la matriz: 
- Bebidas con hielo o alimentos directamente sacados de la nevera
- Verduras y frutas, en especial cítricas
- Cerveza

* Alimentos que aumentan el sangrado:
- Frutas ácidas
- Verduras
- Avena
- Cebada

* Alimentos irritantes que provocan un olor fuerte:
- Grasas
- Yuca
- Papa
- Lácteos
- Cerdo
- Maíz
- Tallos

OTROS CUIDADOS 

Reducir el consumo de sal para evitar retención de líquidos.
Evitar cafeína y otras bebidas estimulantes que puedan reducir la absorción de hierro. 
Descansar 
Mantener el vientre y la espalda baja siempre calientes. 

* Infusiones recomendadas

- Canela  
- Manzanilla dulce
- Ruda
- Geranio aromático
- Limonaria
- Gengibre


Personalmente he notado que unas infusiones suaves de ruda un par de días antes de la fecha esperada permiten unas contracciones uterinas casi imperceptibles. Si haces esto, ten presente que el sangrado puede ser más abundante que de costumbre los primeros días, pero también es posible que el periodo sea más corto. 

Si sigues estas recomendaciones tus periodos se irán normalizando poco a poco hasta ser un evento natural e incluso feliz en tu vida.  Por supuesto siempre recomiendo hacer un trabajo profundo sobre el origen y el propósito de la enfermedad, y estas indicaciones son generalidades. Si quieres ahondar en ello y conocer más a fondo el mensaje que te está enviando tu cuerpo, puedes asistir a una terapia encaminada a ponerte en contacto con tu lado femenino y a sanar el peso de la memoria patriarcal que llevamos inscrito en el cuerpo .. pero esto ya será otra entrada!!

Dejo igual aquí la página de Luana para las que estén interesadas en iniciar un trabajo terapéutico ;)



Hasta una próxima... 

Referencias y bibliografía: 
IRAGORRI, Andrés. La mujer y las plantas medicinales. Serie Plantas medicinales y autocuidado en salud. Instituto de Etnobiología. Bogotá. 2005.
http://www.healthy.net/scr/article.aspx?Id=1184
www.sisterzeus.com


4 comentarios:

  1. Gracias Serpiente Violeta muy interesante artículo. Solo un pequeño detalle, que es una minucia algunos investigadores le dan entre 5000 y 8000 años al patriarcado.

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  2. Gracias! Una cosita, el link de terapias Luana no funciona. A ver si se puede arreglar o nos das el link para que podamos verlo.

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